El huevo tibio perfecto debe tener blancos firmes, parecidos a las natillas y una yema caliente y líquida, Un huevo como este es perfecto para sacar con delicadeza del caparazón y comer con pan tostado una experiencia que siempre resulta simultáneamente sofisticada y felizmente infantil.

Hacer huevos tibios puede parecer un poco más complicado que los huevos duros, ¡Pero no es nada que no se pueda dominar en un sábado por la mañana!

El tiempo correcto es la clave de los huevos tibios
Un buen huevo tibio realmente se reduce al momento. Ponga el agua a hervir, luego baje a fuego lento. Agregue los huevos a la olla, y luego comience el tiempo. Si solo está cocinando uno o dos huevos, cinco minutos son perfectos para una yema líquida, o cocínelos durante siete minutos para obtener una yema más firme, pero aún con cuchara. Si estás cocinando tres o cuatro huevos, agrega unos segundos extra al tiempo. (Más de cuatro huevos, se recomendaría cocinar en tandas).

No solo mire el reloj para medir el tiempo de sus huevos: configure un temporizador. Usar un temporizador es la mejor manera de obtener resultados consistentes.